lunes, agosto 01, 2005

Playa

Tumbado sobre una toalla con la silueta de una mujer desnuda dibujada en negro y blanco luchaba contra la fina arena que intentaba alcanzar los lugares más recónditos de mi cuerpo. Mientras tanto, ella, ajena a mi esfuerzo, dormitaba a mi lado mientras el sol bañaba su cuerpo embadurnado en aceite solar y la respiración acompasaba el subir y bajar de aquellas enormes montañas que tenia por pechos, coronadas por puntiagudos pezones color oscuro que recordaban al más dulce chocolate.
Tras asumir mi derrota frente a la arena me percate que todas las miradas masculinas de alrededor y alguna femenina se perdían en aquella chica teñida en rubio que me acompaña.
La línea de sus turgentes pechos descendía en picado hacia un liso vientre donde su ombligo se dibujaba como un pequeño lunar y el moreno de su piel tan solo era interrumpido por el verde oliva del bañador que escondía, estoy seguro, un cuidado peinado en raya de su monte de Venus, digno preámbulo a sus suculentos labios que habrán aprendido besar.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Bonito post, se te echaba mucho de menos, no tardes tanto.

Un besito, dulce Baco.

Baco dijo...

Tambien yo os he echado de menos Galilea, un beso dulce...

Baco dijo...

Gota de tinta, precioso lo que me has escrito, aunque no creo que lo merezca... Muchisimas gracias por ver este blog asi...

En cuanto al tuyo, ya me he dado una vuelta, y me parece muy bonito lo que escribes, volveré!!

Un beso.

Baco dijo...

Florencia, y tus miradas? :P

Un besazo!!!

Baco dijo...

Gota de tinta, entraré todos los dias en tu blog, ese más te vale ha sonado "amenazador" :P


Un beso

Baco dijo...

Jajaja, Gota de tinta, fragil, dulce y amenazadora? que interesante...

Un beso