sábado, febrero 19, 2005

6 Meses

Hoy se cumplen seis meses desde la apertura de este blog y queria hacer algo especial para celebrar el primer medio año de vida de Confesiones de Baco.
Asi que durante esta semana celebraremos todos juntos el "cumplemedioaño" de este rincón.
Y para eso, nada mejor que un ligero cambio de aspecto y una sorpresa cada dia de la semana.
Espero que os guste.

jueves, febrero 17, 2005

Sintiéndolo mucho

Una noche dejas de sentir, labios que saben a recuerdos, miradas que dejaron de brillar, manos que sienten lo que tu piel no puede sentir, y música sonando igual que siempre.
Pero antes la música sonaba distinta, antes sus manos y tu piel sentían lo mismo, nuestros ojos brillaban cuando nos mirábamos, y sus labios sabían a besos. Y no recuerdo el día, aquel día en que me robaron el amor se me ha olvidado.

martes, febrero 15, 2005

Aquel día no fui yo

Mis manos eran las suyas, mis labios eran los suyos, sus ojos eran los míos, aquel día no fui yo.
Me besaba como yo la hubiera besado, me tocaba como yo la hubiera tocado, acariciaba su cuerpo, porque mi cuerpo era el suyo, aquel día no fui yo.
Y las miradas precedían a los besos.
Y los besos precedían la desnudez de mi cuerpo, que era el suyo, y todas nuestras caricias anunciaban la penetración y sus gritos no se oían, ¿o si? Sus gritos eran los míos.
Sus labios apresaban mi pene, porque mi pene si que era yo, pero su mirada era mi mirada y cuando acariciaba, sentía mis manos y cuando se perdió mi pene dentro suyo desaparecí por completo, porque solo mi pene era yo, y mi mirada fue la suya, y mis jadeos fueron sus gritos porque aquel día no fui yo.

lunes, febrero 14, 2005

Desnudando con la mirada

Las palabras de mi amigo se perdían entre las copas, mi mirada estaba fija tras él. En aquella pequeña mesa de sillas forradas. En aquellos labios, sonrosados, grandes, dibujando la tímida sonrisa de quien tiene tanta seguridad como para permitirse ser insegura.
Todavía no había aprendido cada uno de sus brillos cuando nuestros ojos se cruzaron, los suyos descendieron hasta la copa, los míos siguieron observándola.
Su rubia melena, sus pequeños pechos anunciándose tras la camiseta amarilla y aquella mirada.
Conversación de fondo.
Miradas entrecruzadas y sonrisas ahogadas en el cristal.

miércoles, febrero 09, 2005

Música

Los pasillos estaban llenos de chicos esperando impacientes, afinando voces, templando nervios, arreglando arrugas en su inmaculado ribete blanco. Encima de nuestras cabezas, la sala comenzaba a llenarse lentamente. Su mirada puso continuación a nuestros besos y en pocos segundos entrábamos a escondidas en el servicio de hombres.
Apostados contra la puerta del pequeño habitáculo sus besos devoraban mis labios y mis manos luchaban con el vestido para conseguir desabrochar la cremallera.
El ruido de la puerta y los pasos acercándose nos anunciaron que teníamos visita, el intento de abrir nuestra puerta lo confirmó en el instante en que ella se arrodillo ante mi desabrochándome el pantalón.
Se fue buscando una puerta abierta mientras yo notaba su lengua en mi pene, notaba su mano acariciándolo y oía como otra puerta se abría.
Mis suspiros se ahogaban en el silencio de aquellas paredes de madera, mientras su boca ocultaba en lo más profundo mi excitada polla.
Oía otra puerta abrirse y otros pasos.
Oía el agua caer tras un grifo abierto cuando ella se puso en pie fijando su mirada en la mía. El vestido se amontonaba en su cintura y mis manos descendieron por su culo deslizando sus bragas hasta los tobillos.
Alguien entró preguntando por un tal Luis en el momento en que ella, alzándose sobre mi, rodeaba mi cintura con sus piernas y cerraba los ojos sintiéndose penetrada.
Las risas de dos personas que entraron acompasaban sus movimientos rítmicos, sus subidas y bajadas apoyándose en mis hombros.
Sus gemidos, como un trueno ensordecedor apago las risas al otro lado de la puerta. Tras el silencio, el sordo sonido de las voces del coro comenzó a oírse.

lunes, febrero 07, 2005

Besos

Estábamos en el centro del vestíbulo de la universidad, rodeados del bullicio de la gente, nos envolvía el silencio que envuelve a dos enamorados los primeros días. Sus ojos miraban dentro de los míos, nuestras manos jugaban entre ellas mientras nuestra respiración se acompasaba para ir al unísono. Acerque mis labios a los suyos, la contemplaba de cerca, tan cerca estaba que olía su colonia, notaba su calor y sentía su respiración. Y en el preciso instante en el que sus labios se juntaron con los míos, dejé de verla, porque mis ojos se cerraban para recibir aquellos besos.
Ahora, después de muchos años, mis besos son de ojos abiertos. ¿Y los vuestros?

miércoles, febrero 02, 2005

Recuerdos

A los trece años soñaba con ella, tanto debí soñar que todavía recuerdo sus grandes ojos negros, rasgados, culminando su ancha cara de facciones afiladas, y recuerdo sus gruesos labios, y la sonrisa que sabia dibujar con ellos. Y recuerdo su cuerpo, su estrecha cintura, sus enormes pechos, recuerdo como descendía a lo largo de la espalda su brillante cabello moreno. Y recuerdo aquel día que pronunció mi nombre, y esas palabras no eran solo palabras, y mi nombre nunca sonó tan bonito.
Me acompañan los recuerdos, como aquellos besos que nunca fueron, como las miradas que desvelaban los silencios o los roces de nuestra piel que se marcaron a fuego.