lunes, agosto 29, 2005

Mediterráneo

La playa estaba casi desierta mientras tumbado en la arena apuraba las últimas páginas de un libro que vagaba por lugares que me impedían sentir los rayos de sol oscureciendo mi piel.
Ella, a mi lado, contemplaba el mar de olas espumosas que comenzaban a despertar de la tranquilidad avisando de la lenta subida de la marea.
La brisa comenzaba a refrescar nuestros rostros al tiempo que el sol emprendía un descenso vertiginoso.
Vi en sus piernas doradas un escalofrió y busque su mirada alejada muchos metros de allí. Fumaba mientras se imaginaba, quien sabe, quizá en medio del mar, nadando desnuda, con el agua salada bañando todos los rincones de su cuerpo.
Mi mano se poso en una de sus piernas sacándola de dondequiera que se encontrara y como regalo recibí una sonrisa y el tacto de su mano sobre la mía.
El brillo del atardecer reflejado sobre su rostro desafiaba la belleza del horizonte y sus labios entreabiertos expulsando el humo del cigarrillo me transportaban al cine en blanco y negro.El deseo recorrió mi cuerpo y mis labios buscaron los suyos ahogando su sonrisa en mi boca, haciendo de la playa nuestra alcoba y de la arena nuestras sabanas. Mis manos comenzaron el camino conocido de su piel suave convirtiendo el deseo en necesidad.

viernes, agosto 19, 2005

Un año

Vamos en su coche verde, conduce apresurada a través de estrechas calles hasta detenerse en lo que parece una antigua mansión deshabitada. Bajamos y ella no deja de sonreír, su sonrisa tiene el efecto de sorprenderme e hincharme el pecho como el primer día e intento aplacarlo mirando los suyos a través del escote. Esta noche esta especialmente preciosa y cada vez que miro sus ojos evoco una fría noche de recuerdos para una vida.
Sigo nervioso porque no ha respondido a ninguna de mis preguntas durante todo el viaje, no sé a donde hemos llegado, no sé el motivo, no sé absolutamente nada. Estoy indefenso. No sé donde estamos y estoy junto a mi bella Natalia. Doblemente indefenso.
Saca una llave de hierro antigua y la introduce en la cerradura de la enorme puerta de madera que tiene grabadas imágenes de hermosas Bacantes desnudas, pasa en silencio y se pierde en la oscuridad, yo voy tras ella pero ya no la veo, la puerta se cierra a mi espalda, la oscuridad lo domina todo hasta el punto que en aquella casa no hay ni sombras, tan solo un fuerte olor a humedad. De pronto oigo un murmullo que se convierte en una única palabra, FELICIDADES y como si fuera un rezo mágico junto con esas letras se hace la luz, una luz brillante que no ha venido sola, una luz llena de estrellas. A mi lado Natalia sonríe. Enfrente mío os tengo a todos.
La Princesa del Guisante espectacular, cubierta por un vestido verde de gasa me mira y siento la profunda admiración que me embarga cada vez que la leo.
A su lado,
Maricoché, sensual y ardiente, con una copa en la mano sonríe como solo ella sabe hacerlo y me enamora.
Junto a ella,
Elisabeta deja el mundo del mito que habitaba en mi mente para materializarse en la atracción de las más bellas curvas, el cuerpo del deseo.
Todavía sobrecogido descubro a
Paquilou y sus ojos me hipnotizan llevándome a la utopía de su cuerpo acompañados del paraíso de su ser.
Ahí esta también
Gota de Tinta, tímida, sincera, encantadora, irresistible...
Y a su lado Galilea iluminando la casa con su mirada, con sus sonrisa, con un cuerpo orgásmico.
Descubro también a
Florencia y la sensualidad de su cuerpo se apodera de mi, el deseo explota en los poros de mi piel.
Cristal vestida en cuero negro moja sus labios en la copa de champán y su mirada es a la vez una promesa y un castigo, es el sexo en estado puro.
A su lado
Alice, me mira con sus grandes ojos negros y me sumerjo en ellos, entro en su mundo y siento su piel clara en mis dedos, un escalofrió recorre mi cuerpo.
Es
SweetMayo quien me saca del bello cuerpo de Alice y me lleva a perderme con ella para encontrarnos juntos.
Sirena en una esquina resplandece y siento la necesidad de arrodillarme ante ella, ofrecerme con los brazos anudados en mi espalda.
Todos estáis allí y a todos me gustaría dedicaros una mirada, una palabra, una caricia. Y mis ojos no dejan de miraros a todos, entre sorprendidos y profundamente agradecidos...

Naia
Maruja de internet
Siempre así
Ali
Catuxa
Débvil
La Desordenada
Acéfalo
Piel
Lali
Cyberiana
Bud-white
Dragoon
Yulius
Jorge
Miuss
Ella
Hatsue-san
Cris_trasgu
Sociedad Bakoprosa
Juan Bakoprosa
Isthar
Magda
Lulu_ct
Blanquita
Alguien
Keleta
Aksaray
Bragas de Satén
Stand By
Ella
Piel Adentro
Faltrikeira
La Vecinita
Elsacapuntas
LuaDark
Littlethoughs
Lucidus
Gemmita
Rebecca y Daniel
Niobe
Tink
Lunaaaaa
siloam
DIVINIDAD-AFRODITA-PRIAPO
Bo Peep
Teseo
Atalía
Bankart
Onthedot
Paprika
Lucy in the sky with diamonds
Gatita
El afilador
Clara
Brumas
Selvio
Elbier
Minks
Nimux
M
Sabbat
Pifpobal
Menudita
Susana
Anónimo Maribel
Anónimo Canalla
Anónimo S.B.
Todos los anónimos que comentáis, y los anónimos que no comentáis

...Y corre el vino entre vuestras copas, entre vuestros labios que se iluminan al sonreír y siento que hoy que se cumple un año de
Confesiones de Baco el vino que moja mis labios para celebrarlo sois vosotros...

martes, agosto 16, 2005

Imágenes de una vida

Era un rostro de los que no se olvidan. Tenia unos grandes ojos marrones, ni muy claros ni muy oscuros, e igualmente neutra era la melena que se recogía en una corta coleta a la nuca. Sus pómulos marcados suavemente alzaban su cara haciéndola parecer altiva y su boca grande, boca de mujer con fuerte carácter, albergaba unos gruesos labios de color rosa natural que se mantenían encogidos en circulo dándole el aspecto de boca menuda. Un rostro duro que solo una perfilada mandíbula y un hermoso e interminable cuello desnudo suavizaban sin lograr evitar la sensación de miedo que una conversación con ella podría infundir.
Nunca supe si era altiva, o si su agresiva boca sabia sonreír, nunca cruce una palabra con ella, ni tan siquiera una mirada. Ajena a estas líneas que le escribo quizá ahora prepare el desayuno de sus hijos o duerma junto a su novio apurando una mañana de vacaciones. Quizá nunca olvide su rostro.

miércoles, agosto 10, 2005

Noche de verano

La plaza estaba tranquila y las conversaciones se dibujaban entre susurros. Yo tomaba una copa en la terraza de un pequeño bar con puertas de madera mientras disfrutaba de sus palabras decoradas con una bella sonrisa de gruesos labios. La luz amarilla de las farolas dibujaba caprichosas sombras que lentamente me atraparon llevándome con ellas, primero recorriendo los edificios, alrededor de la plaza que cobijaba a todos aquellos contadores de cuentos; dos amigos escuchando al tercero su ultima aventura con una chica del trabajo, una pareja preparando entre besos su cama, dos chicos y dos chicas entreteniendo la noche con una charla picante y en aquella esquina, antigua farmacia, nosotros dos.
Las sombras se fundieron en su piel dorada descendiendo por sus brillantes brazos desnudos, iluminando sus anchas caderas hasta que su vestido de tonos marrones desapareció ante mi y arrodillándome ante ella comencé a acariciar sus pies, a besar cada uno de sus dedos, sus tobillos y sus piernas, a besar sus suaves muslos hasta alcanzar su regazo. Un regazo donde hacerle el amor, un regazo donde dormir.

jueves, agosto 04, 2005

Meme literario

A los amigos hay que leerlos diariamente, porque si no se hace así, y además añadimos que el blog de nuestro amigo es muy pródigo podemos dejar pasar sin dar debida cuenta una petición expresa, y como es un amigo al que yo no le negaría nada, allá voy con mi lista de lecturas que pretendo hacer este verano, o en lo poco que queda de él, no sin antes avisar que es muy probable que sufra cambios, porque cuando se acaba un libro es como cuando se acaba una relación, no sabes lo que vas a necesitar despues:
- La muerte en Venecia, de Thomas Mann
- Antología poética, de Miguel Hernández
- Siddhartha, de Hermann Hesse
- Sinuhé el egipcio, de Mika Waltari
- Vivir en Provenza, de Meter Mayle

Y cumplida la lista a petición, me apetece recomendaros algunos de los libros que más me han gustado, aunque os advierto, no seré nada original, pero al menos intentaré ser variado:

- La hija del capitán, de Aleksandr Sergueevich Pushkin
Porque me encanta la literatura rusa y este libro es una buena introducción a ella. Ameno y de sencilla lectura (nada común entre las obras rusas) os abrirá el paso a otras obras como El jugador, Dinero para Maria o Noches Blancas.
- Kim, de Rudyard Kipling
Para enamorarte de la India y para leer a un escritor que ha escrito cosas preciosas.
- Por quien doblan las campanas, de Ernest Hemingway
Porque es una novela para conocer un país. Y si queremos conocer al escritor, podemos empezar por la sublime Paris era una fiesta.
- Lola espejo oscuro, de Darío Fernández-Floréz
Es la rareza que os traigo. Os sorprenderá lo bien que se mantiene pese a ser un libro de 1948.
- Cañas y barro, de Vicente Blasco Ibáñez
Acabo con literatura realista, porque me podéis llamar pesimista, pero tener presente este libro me recuerda la crueldad humana.

lunes, agosto 01, 2005

Playa

Tumbado sobre una toalla con la silueta de una mujer desnuda dibujada en negro y blanco luchaba contra la fina arena que intentaba alcanzar los lugares más recónditos de mi cuerpo. Mientras tanto, ella, ajena a mi esfuerzo, dormitaba a mi lado mientras el sol bañaba su cuerpo embadurnado en aceite solar y la respiración acompasaba el subir y bajar de aquellas enormes montañas que tenia por pechos, coronadas por puntiagudos pezones color oscuro que recordaban al más dulce chocolate.
Tras asumir mi derrota frente a la arena me percate que todas las miradas masculinas de alrededor y alguna femenina se perdían en aquella chica teñida en rubio que me acompaña.
La línea de sus turgentes pechos descendía en picado hacia un liso vientre donde su ombligo se dibujaba como un pequeño lunar y el moreno de su piel tan solo era interrumpido por el verde oliva del bañador que escondía, estoy seguro, un cuidado peinado en raya de su monte de Venus, digno preámbulo a sus suculentos labios que habrán aprendido besar.