Sus besos entrecortaban mis palabras, mi lengua dejaba las suyas a medias, en el portal, en el silencio de la madrugada, agarrando su cintura, apretándola contra mi, las risas y nuestros besos iban de la mano. Comenzó a abrir la puerta, tras ella, mis manos se deslizaron a sus pechos sobre el negro suéter buscando los pezones, pasamos dentro, esperando el ascensor una de sus manos comprobó la excitación en mi entrepierna. Besos que compartían la saliva de nuestro deseo mientras entrábamos al ascensor. El suéter de hombros descubiertos se deslizó mostrándome sus tetas desbordando el sujetador, la puerta se abrió mientras ella se cubría, entre risas abrió, entre risas entramos, y mirándome con ojos de mala chica me arrojó al sofá, desabrochó mi pantalón y comenzó a acariciarme sobre el boxer, introdujo la mano bajo él.
Sujetándola fuertemente por la base, tiro de ella, su cara se torno en lujuria y arrodillada ante mi, su lengua se aproximo al tiempo que la mano que presionaba la base de mi polla apretaba hacia abajo. Noté en todo mi cuerpo el primer contacto de la puntita de su lengua sobre la parte inferior del glande, noté como lo recorrió hasta la punta, noté como comenzó a realizar círculos sobre él y mis ojos se cerraron acompañados de un suspiro cuando bruscamente hundió mi polla en su boca. Los volví a abrir para contemplar su cara de deseo insaciable mientras chupaba, sus ojos mirándome entre lametón y lametón.
Mis gemidos ahogaban el sonido de mi polla restregándose en su boca. La endiablada velocidad con la que se la introducía en la boca seguía incrementándose. Mis gritos anunciaban los flujos que ella no rechazó, descendiendo la velocidad en el momento justo, penetrándose su boca profundamente y aguantándola ahí, sentí el recorrido a lo largo de la polla hasta llegar al final, hasta llenarla de mi.
Sujetándola fuertemente por la base, tiro de ella, su cara se torno en lujuria y arrodillada ante mi, su lengua se aproximo al tiempo que la mano que presionaba la base de mi polla apretaba hacia abajo. Noté en todo mi cuerpo el primer contacto de la puntita de su lengua sobre la parte inferior del glande, noté como lo recorrió hasta la punta, noté como comenzó a realizar círculos sobre él y mis ojos se cerraron acompañados de un suspiro cuando bruscamente hundió mi polla en su boca. Los volví a abrir para contemplar su cara de deseo insaciable mientras chupaba, sus ojos mirándome entre lametón y lametón.
Mis gemidos ahogaban el sonido de mi polla restregándose en su boca. La endiablada velocidad con la que se la introducía en la boca seguía incrementándose. Mis gritos anunciaban los flujos que ella no rechazó, descendiendo la velocidad en el momento justo, penetrándose su boca profundamente y aguantándola ahí, sentí el recorrido a lo largo de la polla hasta llegar al final, hasta llenarla de mi.
5 comentarios:
Mmm...decididamente no puedo leer estos posts en la oficina.Besitossssssss
Cierra los ojos, dejate llevar y disfruta
Debvil
Hasta llenarme de ti......
Si , yo tambien llego a casa .
Y el tiempo que pasa hasta llegar al 8 piso me parecen una delicia.
Elisabeta, pues a mi me encanta que me leas desde el trabajo :P
Un beso!!!
Debvil, te haré caso ;-)
Ufff, maricoché, que cosas me dices.
Bienvenida Aksaray, un placer tenerte por aqui, y un placer esos ocho pisos, verdad?
Un beso
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