Al final sucedió, conocí a una chica en el chat, era muy simpática, y nuestras conversaciones eran muy calientes, nunca hicimos cibersexo, solo charlabamos de sexo, nos mandabamos mensajes calientes al movil, era muy divertido. Nos contabamos las cosas que nos gustaban, lo que nos haríamos, lo más fuerte que habiamos hecho. El lugar más extraño.
¿La diferencia?
Estaba cerca, era de un pueblo cercano a mi ciudad.
Estaba sola, habia roto con su novio, con el que vivia, hacia cerca de un año.
Y no buscaba al hombre de su vida, al padre de sus hijos. Solo buscaba divertirse.
Asi que quedamos un dia para comer juntos.
Ella era una chica de 27 años, morena con mechas rojizas, media melena, pelo liso, pomulos y barbilla definidas, labios gruesos, muy pequeñita, unos 155-160 cm, delgadita, un culito muy duro y unos buenos pechos, no muy grandes pero tampoco pequeños, una 90.
Estuvimos hablando de muchas cosas, nada relacionado con el sexo. Una conversación de lo más inocente.
Cuando estabamos despidiendonos en el coche, nos besamos, un beso muy intenso, apasionado, no podiamos dejar de hacerlo, ella bajo su mano a mi culo, yo acariciaba su cara y su cuello mientras mi lengua jugaba con sus labios. La cogia de la cintura y la apretaba contra mi para que notara que estaba excitado, que mi polla estaba dura, mientras, nuestras besos iban siendo cada vez más humedos, más lujuriosos.
Tuvimos que despedirnos, los dos entrabamos a trabajar por la tarde, un ultimo beso y una sonrisa... sin decirnos nada más... esa fue nuestra despedida.
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