Mi segunda experiencia tambien fue pagando, habian pasado seis meses desde aquella que te conté, con mis dos amigos, era primavera, y debe ser cierto que la sangre se alterá, porque yo veía chicas bonitas por todas partes, en el autobus, en clase, en la calle, en la tele...
Así que un dia me decidí, coji dinero, compré el periódico, llamé por telefono y fuí a la dirección que me habian dado, serían las 5 de la tarde, la puerta del patio estaba abierta, subí, llame a la puerta, y una mujer de unos 40 años me abrió, no mediría mas de 1,60, era muy delgadita, morena, con el pelo largo y liso, facciones muy marcadas, labios finos y muy bien maquillada. Pero lo mejor era como iba vestida, unas botas altas de cuero, medias oscuras, unas braguitas tambien de cuero, y un top muy raro, tambien de cuero, con dos conos muy apuntados tapando sus pechos, los conos eran pequeñitos, asi que se adivinaba que tenia unos pequeños pechos.
Se presento cariñosamente dandome dos besos y me dijo que esperara ahi a que pasaran las chicas.
Recuerdo que la primera era una chica rubia, guapa, y con buen cuerpo, aunque con algún kilo de más. Llevaba lenceria blanca y no tendria mas de 28 años.
La segunda fue una mujer sudamericana de unos 40 años, no me gustó.
No recuerdo si hubo una tercera.
Al final volvio la mujer que me abrió la puerta y me pregunto cual era mi elección, yo en mi ingenuidad le dije:
-La primera, la de la lenceria blanca.
Y ella no muy contenta me contesto:
-La primera soy yo, que no estoy aqui de portera.
No sé porque extraña razón pensé que no podia elegirla a ella, y quizá hubiera sido mi elección. Ella era la que mas morbo me hacia sentir.
Pero siguiendo con los acontecimientos, me dijo que pasara al baño a lavarme, y que luego fuera a la habitación donde me estaría esperando la chica que habia elegido.
Cuando pasé me la encontre allí, esperandome, me empecé a desnudar y ella a quitar la lenceria, nos tumbamos en la cama y comence a besar sus labios, entonces me hizo parar, y sonriendo se limpio el pintalabios con un pañuelo, me dijo:
-Así nos aseguramos que no tengas problemas con la novia.
Yo no le conteste, solo sonreí.
Seguimos besandonos, fue todo mucho más natural que la primera vez, me gusto mucho más, a ella parecía que le gustaba hacerlo, una sensación muy diferente a la que tuve la primera vez.
Yo estaba mucho más animado, incluso descendi hasta su coño y se lo comí, despacito, con la punta de mi lengua, eso si, sin ninguna experiencia en estas tareas.
Pero como tampoco todo puede ser perfecto, al poco rato me puso el condon y tumbada me dijo que la penetrara, lo hice, y en poco más de un minuto ya me habia corrido, ella sonrió.
Fue mucho más cariñosa, simpática y natural que mi primera experiencia, me dijo que esperaba volver a verme.
Cuando salí de alli yo me prometí que no volvería.
Acabé la tarde en una librería, mirando libros, otra de mis pasiones.
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